martes, 22 de febrero de 2011

Yunqueranos en Mauthausen


El 27 de enero fue designado en 2005, por la Asamblea General de la ONU, como el “Día del Holocausto”, en memoria de las víctimas del exterminio nazi. Esta efeméride, tiene su origen, en el día 27 de enero de 1.945, fecha en la que fue liberado el campo de concentración de Auschwitz en Polonia, y donde el mundo se enteró de las atrocidades que los nazis habían llevado a cabo, y que hasta ese momento, tan solo se intuían.

Al leer de nuevo las historias de algunos de los supervivientes de aquel infierno, que la prensa publicó como conmemoración de este día, me vino a la memoria el descubrimiento que, sin querer, realice hace unos años, pueden ser dos o tres, en una de mis visitas, por motivos laborales, al Centro Cívico de la Diputación Provincial de Málaga. En los jardines del mismo, a la izquierda de la puerta de acceso, descubrí un ‘mazacote’ trapezoidal, que llamaba la atención, pero que, como primera impresión, no me parecía nada atractivo. Todo cambió cuando me acerque al mismo, en él se encontraban inscritos los nombres de 142 malagueños, que habían perecido en los campos de exterminio nazis, este era el monumento que la Diputación Provincial de Málaga erigió en diciembre de 2007, para recordar y rendir homenaje a estas personas, hasta ese momento desconocidas para la mayoría de los malagueños.  Me quedé allí largo rato, leyendo los nombres, fechas de defunción y localidad de origen de las personas inscritas en el monumento. Se encuentran grabados los nombres de vecinos de Casarabonela, Arriate, Ronda, Guaro, Istán y así hasta de cerca de 50 localidades de nuestra provincia. 
El presidente de Diputación durante la inauguración del monolito a los caidos en los campos de exterminio nazis



La sorpresa fue mayúscula, cuando al dar la vuelta al monumento y en la parte de abajo, casi pegada al suelo, descubrí dos nombres con su fecha de defunción y “Yunquera” como localidad de origen. Nunca había oído en Yunquera que dos vecinos nuestros hubieran muerto en los campos de concentración nazis. Sus nombres son JOSÉ MATEO RIVAS, que falleció el día 28 de Septiembre de 1.941 y ANTONIO PIÑERO MATEO, que falleció tan solo 16 días después que José, el día 14 de Octubre de 1.941, los dos fallecieron en el campo de Gussen, campo situado a 5 kilómetros de Mauthausen.

La lista de todos los andaluces fallecidos en Mauthausen y sus campos auxiliares como Gussen fueron facilitados por Antonio Pastor, uno de los dos últimos supervivientes andaluces de los campos de exterminio nazi, junto a Antonio Muñoz, al Director Roberto Sánchez Benítez, durante el proceso de grabación del documental “Mauthausen: vivir para contarlo”, al objeto de difundirla a través de la Radiotelevisión Andaluza.
Imagen de la construcción del Campo de Concentración de Gussen.
 De vuelta a Yunquera empecé a buscar información sobre estos paisanos nuestros, pero, por desgracia, ya existe poca gente que pueda darnos información concreta de esa época convulsa de nuestra historia. No obstante si pude localizar que JOSÉ MATEOS RIVAS, pertenecía a la familia de los “Rebuzcos”, tío de José Antonio Mateos, desgraciadamente fallecido el año pasado, mientras que ANTONIO PIÑERO MATEOS, era tío de Antonio y José García Piñero, conocidos en Yunquera por los “Piñeros”.

Del frente de la Guerra Civil a los Campos de Concentración Nazis.

No es difícil de imaginar que la historia de JOSÉ y ANTONIO, no es muy distinta de la de los miles de republicanos españoles que perecieron en los campos de exterminio nazis. Seguramente, se encontraban luchando en el Ejército Republicano contra las tropas del Ejército Franquista, al final de la Guerra Civil Española, teniendo que cruzar la frontera con Francia y exiliarse en el país vecino. Allí, los refugiados españoles fueron internados en campos cercanos a la frontera española.
Pocos meses después, en 1940, Hitler invade Francia, y los republicanos españoles se alistaron en las Compañías de Trabajadores Extranjeros, dirigidas por el mando militar francés, o participaron en las actividades clandestinas de la resistencia francesa contra los alemanes.

Los españoles que fueron apresados por los alemanes fueron trasladados a los campos de concentración, con la connivencia del Régimen Franquista y más concretamente de Serrano Suñer, Ministro de Asuntos Exteriores. Hasta en dos veces la embajada alemana en Madrid preguntó en Agosto de 1940, si el Gobierno Español se hacía cargo de los españoles apresados en Francia, España dio la callada por respuesta, condenando a miles de españoles.
Prisioneros a la llegada al campo de Mauthausen

El destino de los miles de españoles deportados a los campos de concentración, fue en su mayoría al tristemente famoso Campo de Mauthausen, en Austria, este era un campo eminentemente reservado para presos políticos contrarios al III Reich, y su principal característica era el trabajo inhumano en la cantera de granito que existe en el lugar.

Allí, despojados de identidad, les colocaban una ‘S’ de españoles, y eran sometidos a los trabajos forzados en la cantera, donde muchos perecían por la extenuación, la falta de alimentación y las condiciones insalubres de las instalaciones.

En el día a día, los presos del campo tenían que subir una gran escalinata de 183 peldaños, cargados con pesadas piedras de entre 40 a 50 kilos, no hay que imaginar en exceso el número de personas que perecerían en tan cruel ejercicio.
Imagen de los prisioneros subiendo los 183 peldaños de la escalera con sus pesadas cargas

En las inmediaciones de Mauthausen se habían construido varios campos auxiliares, entre ellos el de Gussen, a 5 kilómetros del principal, y donde la aniquilación de españoles fue mayor debido a que este campo estaba destinado a albergar a los prisioneros que por sus condiciones físicas, habían dejado de ser útiles para los trabajos de la cantera. Los métodos de exterminio en Gussen eran diversos, pero uno de los más extendidos eran las duchas heladas, de noche y en el patio del campo, con lo cual los prisioneros, débiles y enfermos no superaban los 30 minutos de resistencia. Además, palizas y hasta experimentos médicos e inyecciones de fenol y benceno en el corazón.


Supervivientes y cadáveres en el campo de Gussen, tras su liberación.

No sabemos cómo murieron nuestros paisanos José y Antonio, pero podemos imaginarlo, 70 años después de su muerte, es necesario que las nuevas generaciones de yunqueranas y yunqueranos conozcamos, estas y otras historias, relativas a los hechos ocurridos en el pasado, para que seamos conscientes de que no pueden volver a ocurrir. Las guerras que tuvieron lugar en el siglo pasado llenaron de dolor y de sufrimiento la existencia de muchas personas, y otras muchas perdieron la vida, a todas ellas va dirigido mi humilde homenaje personalizado en el recuerdo de José y Antonio, descansen en paz.

FUENTES, ENLACES Y CRÉDITOS


4 comentarios:

  1. Por mucho que leamos y se escriba de esas barbaries, siempre se nos encogerá el corazón. Unos por verdugos y otros no menos culpables por mirar para otro lado y aceptar esas barbaridades contra su pueblo mismo.

    Gracias por tu artículo

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  2. Buenas tardes, Salvador. Me alegra mucho que hayas tomado la iniciativa de crear un blog y hablar de tu pueblo, nadie mejor que tú para ello. Yo no soy yunquerano, pero me apasiona este pueblo casi tanto como el mío. Ya lo sabes.

    He de felicitarte por esta bella entrada, suerte de pequeño y cálido homenaje a estas personas, que como tantísimas miles, soñaron y lucharon por una democracia que no llegaron a ver, pero que sin duda les debemos. Aunque por desgracia la Historia les ha estado dando la espalda durante décadas, hasta ahora.

    En la página "Todos los nombres" aparecen recogidos José Mateos y Antonio Piñero, entre otras muchas personas represaliadas de Yunquera:
    http://www.todoslosnombres.org/ Sólo tienes que abrir la pestaña ¿A quién buscas? e introducir el nombre de tu pueblo y aparecerá un listado. Pinchando sobre cada nombre se puede obtener un poco más de información.

    Comparto tu misma sorpresa en lo referente al lugar donde está el monumento en el Centro Cívico, situado en un lugar apartado, poco visible, como en un tercer o cuarto plano. Creo que debería estar más a la vista, donde todo el mundo lo viera claramente.

    Si me permites una petición, creo que a muchos nos gustaría que nos hablaras de los trabajadores de la nieve, de los neveros, de cómo era su oficio, su vida,... Recuerdo que Francisco Doña en uno de sus libros sobre Yunquera hablaba un poco sobre ellos.

    Muchas gracias y un abrazo.
    Diego Javi.

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  3. Antonio O. Juárez13 de marzo de 2011, 18:27

    Desde Argentina adhiero al recordatorio de los dos yunqueranos que engrosaron el Holocausto. Como descendiente de pobladores de esta tierra malagueña, confío en que su sacrificio no sea en vano y que nadie sea discriminado y mucho menos perseguido, en su patria o en el extranjero por sus ideas. Ruego a Dios que así sea.

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  4. Salvador, es bueno el conocimiento, aunque sea doloroso, como en este caso; nunca pensé que personas de mi pueblo acabaran sus días en campos de concentración....nunca nadie, jamás persona alguna debió morir así. Gracias por tu blog y por la información. Un saludo

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